La revista El Papel habla sobre nuestra nueva planta de depuración de aguas

Papresa está construyendo en Errenteria una nueva planta de depuración de aguas para aumentar la eliminación de la carga orgánica contaminante del agua de vertido de su fábrica. El nuevo sistema de tratamiento incluye un reactor anaerobio que permitirá obtener biogás verde, que se utilizará como combustible en las calderas para generar parte del vapor necesario en el proceso productivo.

Papresa, principal proveedor sur europeo de papel para prensa y el mayor fabricante independiente de packaging, consolida su plan de transformación con la construcción de una nueva etapa de depuración de aguas, integrada a la fábrica, que permitirá reducir la carga orgánica contaminante del agua de vertido y producir biogás verde.

Se trata de la última inversión del plan de negocio impulsado por el Fondo industrial alemán Quantum Capital Partners. Este proyecto viene a completar la inversión ya realizada en la conversión de la máquina PM5 y la construcción de una nueva línea OCC. En total, son 50 millones de euros los que la papelera guipuzcoana ha invertido en los dos últimos años para modernizar su planta de Errenteria.


Con el objetivo de asegurar de que el agua empleada durante el proceso de producción de papel regrese a la naturaleza lo más limpia posible, la compañía ha realizado un estudio que le ha ayudado a definir qué cambios debe realizar en su planta. Para llevar a cabo esta transformación, Papresa ha decidido optar por la tecnología del fabricante holandés Paques —distribuido en España por la ingeniería Cadagua— y construir un reactor anaerobio que le permite reducir la carga orgánica del vertido en un 80 %.

Con este nuevo sistema de tratamiento, la compañía tendrá la capacidad de generar biogás reutilizable que servirá como combustible para las calderas de producción de vapor. Gracias a ello, reducirá sustancialmente el impacto medioambiental de su actividad.

Nueva planta de depuración de aguas

En la primera etapa de depuración ya existente, se realiza una separación de los sólidos procedentes del proceso de fabricación de papel. La reacción anaeróbica se produce en el reactor cuando las bacterias metanogénicas reducen la carga orgánica del agua, y esta digestión genera un biometano, que se recupera en la parte superior del reactor.

«Es importante que las bacterias trabajen en unas condiciones perfectamente controladas de pH y de temperatura, para que se mantengan en vida y que la transformación química se efectúe correctamente», explica Iñaki Sánchez, director de fábrica. Unos separadores intermedios evitan que el fango escape del reactor, el agua sale por la parte superior del reactor y pasa a la siguiente fase de depuración. En la parte superior de este gran deposito se hace la extracción del biometano, que a continuación se limpia mediante un proceso de desulfuración.

El biogás que se genera se introduce en una caldera mixta, equipada de un quemador especial para quemarlo junto con el gas natural. De esta forma, se inyecta un gas verde, obtenido a partir de los residuos del mismo proceso, como combustible el funcionamiento de la máquina de papel. Después de este reactor anaerobio, el agua pasa por un tratamiento aerobio equipado con tecnología de lecho móvil, para su oxigenación previa al envío al colector.

«En Papresa apostamos por la economía circular, especialmente en nuestro entorno cercano. Somos gestores de residuo urbano, el cual transformamos en un producto nuevo, listo para ser utilizado», explica Miguel Sánchez, presidente y CEO de Papresa. «Esta nueva depuradora contribuirá a la mejora de los procesos de producción que ya tenemos implantados en nuestra planta, para los cuales utilizamos las mejores tecnologías disponibles actualmente en el sector de la pasta y el papel», señala.


La construcción de esta depuradora, junto con la reforma de la PM5 y la nueva línea OCC, supone un gran avance para la compañía en su ambicioso plan estratégico, que apuesta por la producción de papel para el segmento de papel de embalaje sin renunciar al que hasta 2020 ha sido su única línea de negocio: el papel prensa.


El plan de inversiones se enmarca en un paso más de una papelera tradicionalmente muy sensibilizada con el entorno, la sostenibilidad y el medioambiente. Por ello, Papresa va a seguir produciendo papel utilizando 100 % fibra reciclada como materia prima, contribuyendo así a la economía circular y al aprovechamiento sostenible de los recursos.

Sobre la gestión del agua en general, Iñaki Sánchez subraya: «Recuperamos el agua en distintos puntos del proceso para usarlo en el proceso siguiente, y es importante comprobar que en ningún sitio estemos perdiendo fibra, que es lo que necesitamos para hacer el papel. Por eso estamos constantemente analizando las aguas, para asegurarnos de que, por un ajuste que no esté bien hecho o por un problema puntual de una máquina, no estemos utilizando eficientemente el agua y la materia prima».