La prestigiosa revista dedicada al sector papelero, El Papel, ha conversado con Miguel Sánchez, nuestro presidente y CEO, para hablar del plan de inversión para reorientar una parte de la producción hacia el papel de embalaje. Desde que Papresa fue adquirida por el fondo alemán Quantum Capital Partners en 2020, se ha puesto en marcha la reconstrucción de una de nuestras tres máquinas, la PM5.
Por Sophie Ozanne, El Papel
En marzo de 2021, Papresa encargó a Voith la conversión de la PM5 de papel prensa a testliner y fluting en su fábrica de Errenteria. Un año después, en marzo de 2022, la PM5 entró en funcionamiento con éxito. Esta operación representa alrededor de 30 millones de euros, y está enmarcada en el plan estratégico diseñado por Quantum Capital Partners que asciende en total a 50 millones de euros. La nueva PM5 tiene un ancho de bobina de 5400 mm, una velocidad de diseño de 1200 m/min y una capacidad de 205 000 toneladas anuales de testliner y papel para ondular.
«Creemos que la bajada muy pronunciada de la demanda de papel prensa a nivel global —debido a la llegada del periódico electrónico— ha sido compensada por una pérdida de capacidad: poco a poco han ido desapareciendo productores de newsprint y los grandes grupos han ido cerrando instalaciones o convirtiendo fábricas», explica Miguel Sánchez, presidente y CEO de la compañía. «Por ello, nuestra idea estratégica, desde el primer día, era convertir a packaging solo una parte de la producción, quedándonos como único fabricante de papel prensa del sur de Europa y del norte de África. Creemos que es una apuesta estratégica correcta porque finalmente el papel para periódicos no va a desaparecer. Queremos seguir siendo fabricante de newsprint. Tenemos una máquina de última generación para newsprint, la máquina 6, de las últimas que se instalaron en Europa».
«En el papel para packaging, la conversión de la máquina 5 ha sido un rebuilding completo, desde la parte húmeda, la sección de prensas, la presequería y el speedsizer hasta la postsequería. Se quitó completamente toda la máquina y se volvió a construir la nueva», subraya Sánchez.
«La conversión de la máquina 5 hacia packaging ha sido un rebuilding completo»
Para lograr el aumento deseado de capacidad de la máquina de papel, se amplió la sección de prensado existente con una prensa de zapata. Para mejorar la calidad del papel final, se instalaron unos nuevos cilindros de acero con mayor presión de vapor en los dos últimos grupos de la sección de presequería, así como una filmpress con una nueva sección de postsequería. Además, se invirtió en un sistema de cambio de bobina más eficiente gracias a un nuevo sistema de giro. Voith suministró también un lote completo de vestiduras nuevas para la PM5.
«Con esta nueva máquina, tenemos capacidad para poder producir todos los papeles del mercado para packaging, desde un fluting hasta los testliners, semiquímicos y papeles especiales. La gran característica de Papresa es que somos de los pocos fabricantes que pueden fabricar bajo gramaje y nos centramos en una gama de productos que van desde 65 g/m2 hasta 125 g/m2», señala Sánchez. Esto da un abanico de posibilidades muy importante a Papresa y le permite responder a la gran demanda actual de papeles de bajo gramaje, en una gran variedad de aplicaciones. «Hemos lanzado una línea de productos para el sector farmacéutico, un papel de 40 g/m2 100 % reciclado que aguanta lo mismo que la fibra virgen. También fabricamos productos especiales reciclados, como manteles para la restauración o papeles de color», indica el directivo.
Este posicionamiento ha sido posible gracias a la larga experiencia de Papresa en newsprint y a su saber hacer en lo relativo a la alta velocidad de trabajo. «En nuestro caso, desde el punto de vista de runnability, la conversión de una máquina de newsprint nos ha permitido llegar más fácilmente a estos gramajes de 65, 75 y 80 g/m2. Para una máquina especializada en papel de alto gramaje, hacer papel de bajo gramaje cuesta más».
«La característica principal de Papresa es que estamos especializados en bajos gramajes»
Papresa sirve a todos los fabricantes de cajas de cartón, sean integrados o no, y vende desde al más pequeño al más grande, en España, Portugal, Francia, Italia, Reino Unido, el Magreb, Bélgica, Holanda y Alemania. La apuesta de la compañía guipuzcoana ahora, tanto para papel newsprint como packaging, es hacer una venta mucho más local, primero por rentabilidad y también desde el punto de vista comercial y medioambiental. «Nuestra vocación es ser el primer proveedor local independiente para packaging y newsprint de la Península Ibérica, con una producción total de 400 000 toneladas».
Voith como principal proveedor: una elección lógica
Todo el proyecto de reconstrucción de la PM5 ha sido gestionado por Voith. «Escogimos Voith porque en Papresa, la máquina siempre había sido Voith, y consideramos que la reconstrucción de la máquina, a nivel de información, era mucho más sencillo dado que tenía todos los datos de la máquina. Se han hecho algunas partes con otros proveedores como Valmet y Andritz, pero en equipos residuales».
«Con Voith, tuvimos un socio tecnológico de dilatada experiencia de nuestro lado para la conversión de la PM5, puesto que no solo conoce nuestra planta y nuestros requisitos, sino que tiene una amplia experiencia en la reconstrucción de máquinas de papel sostenibles», recalca Miguel Sánchez.
Además, Papresa ha podido beneficiarse de la experiencia de Voith en eficiencia de la producción a través de las herramientas Papermaking 4.0 y tecnología digital de vanguardia, como el control y la visualización avanzada de procesos, así como soluciones de mantenimiento remoto. «La experiencia de Voith y los muchos años de estrecha colaboración han dado sus frutos: tanto la conversión se ha desarrollado sin problemas».
Reorientación de la compañía hacia un nuevo mercado
Cuando le preguntamos sobre las principales dificultades encontradas en un proyecto de esta magnitud, Miguel Sánchez lo tiene muy claro. Para una empresa que siempre se había dedicado al 100 % al newsprint, el primer reto fue orientar la compañía hacia un nuevo mercado totalmente desconocido para todos los departamentos; no solo en lo que se refiere al área de fabricación, sino también comercial, de gestión, compras, organización y calidad, entre otros.
«No solo estamos realizando una inversión en una nueva maquinaria: todo se ha modificado, con las inversiones asociadas y con un nuevo laboratorio de calidad. Una parte del plan de inversiones estaba lógicamente relacionado con calidad, lo que supone nuevas incorporaciones, formación de personal, etc.».
«El mayor reto fue reorientar la compañía hacia un nuevo mercado»
El laboratorio se completó en abril de 2021. Se trata de una instalación totalmente nueva, con nuevos instrumentos, adecuada para elaborar otra variedad de papel y servir a un mercado distinto. La inversión en el laboratorio, encargado a la empresa vasca IDM Test, supuso una inversión aproximada de un millón de euros.
La conversión de la máquina 5 se realizó en un momento complejo
«Técnicamente, la parte difícil fue la travesía del desierto del 2021 —admite Sánchez— cuando empezamos a hacer papel para embalaje en la máquina 5 sin estar convertida, vendiendo un fluting de bajo gramaje estándar para empezar a abrir mercado en un momento difícil, con las complicaciones que hubo en este periodo: pandemia, aumento de los costes de la materia prima, costes energéticos y, a final de este año, con la situación geopolítica de la guerra en Ucrania, que está afectando a los mercados, a la situación económico-financiera y, sobre todo, a los costes energéticos».
El desafío de unos costes energéticos disparados
Como todas las fábricas altamente consumidoras de energía, Papresa se ve afectada por la extraordinaria subida del precio de la energía. «Estamos realizando inversiones ligadas a mejoras de costes eléctricos, buscando proveedores y soluciones que nos permitan aumentar nuestra eficiencia energética y, por otra parte, estamos explorando todas las alternativas que existen en el mercado para obtener energía más barata, tanto electricidad como gas. Como en todo el sector papelero, la situación nos obliga a trasladar el coste energético al precio del papel, es la única solución», admite Sánchez.
«Por otra parte, buscamos mejorar nuestra eficiencia energética en las inversiones que estamos acometiendo, tanto en la máquina 5 como en la línea OCC y en la nueva planta depuradora, con equipos que consuman menos energía», indica Sánchez. El proyecto estrella desde el punto de vista de la eficiencia energética es la generación de biogás verde en la depuradora, que se reutilizará en las calderas para hacer vapor para las máquinas de papel.
«El hecho de ampliar la capacidad de producción de la máquina 5 tras la conversión nos obligaba a poner una caldera nueva para llegar a las necesidades de vapor. Decidimos invertir en una caldera de última generación con quemador híbrido de la empresa Umisa, que podrá utilizar tanto gas natural como biogás que viene de la depuradora».
La inversión, realizada en un tiempo récord
«Compramos la empresa en octubre de 2020. En diciembre de 2020, teníamos ya el plan estratégico cerrado y en enero 2021 habíamos formalizado el plan de inversión. Hoy en día, estamos casi al 85 % del plan realizado», se alegra Sánchez. «Si no hubiéramos sido rápidos, habría sido muy complicado llevar a cabo las inversiones previstas, porque todo afecta: desde la falta de materias primas hasta el incremento de costes relacionados con las inversiones». Muchas empresas que tenían previstas inversiones las han paralizado o retrasado. «Hemos tenido suerte, nos movimos rápido y pudimos finalizar la conversión de la máquina 5 este primer trimestre. Acabamos también la nueva planta de OCC —una línea completa de papel recuperado— y solo nos falta completar la nueva planta depuradora. Si todo va bien, estará acabada en octubre», concluye.